Senderismo Adaptado

 Por Gonzalo Cánovas

Soy Gonzalo Cánovas, y hoy me gustaría hablaros de una de las cosas que, últimamente me apasionan, el senderismo adaptado.

Como consecuencia de la pandemia, mucha gente ha descubierto el senderismo como una forma de entretenimiento, descubriendo la naturaleza que tiene más cerca. Si como yo vais en silla de ruedas, os cuento algunas cosas que considero importantes para un día de senderismo.

¿Cómo escoger dónde ir?

A día de hoy, han surgido una gran cantidad de webs que informan acerca de la dificultad, de las diferentes rutas. Una de las más conocidas es wikiloc donde los senderistas describen el recorrido y a menudo cuelgan fotos del mismo. Buscad una adecuada a vuestra movilidad.

 

¿Como hacer la ruta?

Es importante escoger la silla de ruedas más adecuada para cada ruta. Yo dispongo de una silla manual y otra con motor, que utilizo para las rutas con más pendiente. Obbocare tiene un gran surtido de sillas con motor y fácilmente plegables. Echad un vistazo.

¿Con quién?

Siempre es aconsejable hacer las rutas acompañado. Y como puede ser que nuestro ritmo, sobre todo al principio, no sea el mismo que el de otros, es preferible huir de los “meteprisas”.

Últimamente he recorrido dos rutas que me gustaría contaros:

1. La primera recorría la senda de las Contadoras, en el parque Natural de los Montes de Málaga. Lo agreste del terreno aconsejaba utilizar en este caso una silla de ruedas con motor. Para llegar al comienzo de la ruta, tuve que pedir un eurotaxi. Plegar mi vieja silla a motor en el maletero de un coche normal hubiera sido imposible. Una vez allí, comienza lo bueno. Paisajes que hasta hace poco solo hubieran sido accesibles para mi desde el coche, ahora me gusta verlos así. Eso sí, con cuidado, en el campo el suelo es normalmente irregular y no queremos un disgusto.

2. La segunda, transcurrió por los acantilados del Cantal, también en Málaga. El observar el rugir de las olas desde mi propia silla fue, sencillamente una pasada. Al haber menos cuestas usé la silla de ruedas manual. Es más exigente físicamente, pero otras ventajas. Se podrá acceder al inicio de la ruta desde cualquier vehículo y al final de la misma, si las circunstancias lo permiten, se puede terminar tomando un aperitivo en algún local cuyo acceso con una silla de ruedas “tradicional” será sin duda más fácil.